lunes, 9 de abril de 2007

Persiste el misterio sobre una enfermedad que afecta a decenas de estudiantes en México

Fuente: EFE
El instituto "Hermanos de María, Villa de los Niños" ubicado en una de las zonas pobres de México, es dirigido por una congregación católica de monjas de Corea del Sur. Unas 600 alumnas, de un total de aproximadamente cuatro mil que viven y estudian ahí padecen una extraña enfermedad que les impide caminar. Todo apunta a que esta enfermedad es provocada por un gran estrés derivado del estricto trato de las monjas asiáticas y de los tipos de tratamientos a los que someten a sus alumnas.
No sólo es el estricto horario, sino que un padre de familia entrega a su hija adolescente en agosto y la vuelve a ver hasta diciembre. No tienen derecho ni a hablarles por teléfono.
No tienen acceso a Internet, no pueden ver la televisión y de contacto con varones, ni hablar.
Y cuando están enfermas, no se les atiende adecuadamente. Todo esto, de acuerdo con los testimonios de algunas alumnas que han logrado salir con ayuda de sus maestros y maestras.
"Llega tanto mi desesperación que a veces me pongo a llorar porque no puedo caminar", narra Maricela de la Cruz, alumna.
"O sea que nos parábamos y nos desvanecíamos", agrega.
Un profesor anónimo narra: "No podían caminar, pero bueno pensé que era falta de algún mineral de alguna vitamina".
Otra profesora añade: "Se les dio atención médica hasta el momento que también las madres estaban enfermas".
"A escondidas algunas nos dieron sus teléfonos sus cartas para enviarles a sus familiares", dice la maestra Mary.
Según la autoridad, todo inició con el reporte de parte de las religiosas coreanas al subdirector de Epidemiología de la Secretaría de Salud del Estado de México, el doctor Víctor Manuel Torres Meza.
El 5 de marzo sólo existían 40 casos. Los síntomas que presentaban las jovencitas que cursan distintos grados desde primaria, secundaria hasta preparatoria eran dolor de garganta, de cabeza, fiebre y dificultades al caminar con la denominada "Marcha de tijera".
Las niñas fueron enviadas a distintos hospitales en el Estado de México y el Distrito Federal donde les practicaron varias pruebas y se descartaron daños de tipo orgánico. También se hicieron estudios por parte de una brigada del internado que confirman que no hay contaminación de agua o de alimentos, pero el caso sigue abierto.
"A partir del próximo lunes nuestros expertos de salud mental, del Hospital Infantil de México, del Instituto Mexicano de Psiquiatría y del Hospital Navarro estarán haciendo una serie de baterías para encontrar el factor desencadenante de una situación que está provocando una manifestación física. Ya agotamos esta primera etapa que es el origen orgánico, con toda una serie de datos que nosotros tenemos documentados, tenemos la certeza de que no es una enfermedad transmisible", explica el doctor Víctor Manuel Torres, subdirector de Epidemiología de la Secretaría de Salud del Estado de México.
Médicos de la UNAM que atienden a varias de las menores afectadas adelantaron su diagnóstico; estrés colectivo, que suele presentarse en lugares cerrados.
"La forma coloquial de llamarlo es histeria. ¿cómo se caracteriza este tipo de trastornos? Por alteraciones físicas que no tienen una explicación médica, se presenta las más de las veces ante una situación de estrés importante, la persona deja de hablar enmudece, no puede mover alguna parte de su cuerpo o no puede caminar", dice por su parte el médico psiquiatra de la UNAM, Antonio Jaimez Albarrán.
La monja Margie Cheong, directora del internado, relató cómo en octubre pasado comenzó esta extraña enfermedad. Al principio las pocas niñas que presentaron síntomas fueron revisadas por los médicos y cómo en los exámenes no apareció nada, fueron enviadas a su casa.
Según la religiosa, a finales de febrero, las alumnas reportaron que los maestros las hostigaban y que en ese momento los profesores fueron despedidos. Sin embargo eso no detuvo la enfermedad y poco después, 200 niñas presentaron los síntomas.
La madre Cheong cuenta que pidió a la primera dama Margarita Zavala, ayuda del IMSS y que poco después un médico revisó a las alumnas y diagnosticó una probable epidemia de fiebre reumática. Luego de esto, la religiosa habló con un funcionario de l
a secretaría de Salud, para informarle la situación. Según la directora más de 40 médicos revisaron las instalaciones y no encontraron nada irregular, en ese momento la alarma aumentó y los padres comenzaron a llevarse a las niñas.
Margie Cheong aseguró que la conclusión es que no se trata de una infección viral, y que al parecer el padecimiento es de tipo psicológico.
Finalmente aseguró que el próximo 8 de abril abrirán las puertas de la villa de las niñas para que los familiares puedan visitar el lugar, ver a sus hijas y recibir una explicación profesional.

El instituto "Hermanos de María, Villa de los Niños" ubicado en una de las zonas pobres de México, es dirigido por una congregación católica de monjas de Corea del Sur. Unas 600 alumnas, de un total de aproximadamente cuatro mil que viven y estudian ahí padecen una extraña enfermedad que les impide caminar. Todo apunta a que esta enfermedad es provocada por un gran estrés derivado del estricto trato de las monjas asiáticas y de los tipos de tratamientos a los que someten a sus alumnas.
No sólo es el estricto horario, sino que un padre de familia entrega a su hija adolescente en agosto y la vuelve a ver hasta diciembre. No tienen derecho ni a hablarles por teléfono.
No tienen acceso a Internet, no pueden ver la televisión y de contacto con varones, ni hablar.
Y cuando están enfermas, no se les atiende adecuadamente. Todo esto, de acuerdo con los testimonios de algunas alumnas que han logrado salir con ayuda de sus maestros y maestras.
"Llega tanto mi desesperación que a veces me pongo a llorar porque no puedo caminar", narra Maricela de la Cruz, alumna.
"O sea que nos parábamos y nos desvanecíamos", agrega.
Un profesor anónimo narra: "No podían caminar, pero bueno pensé que era falta de algún mineral de alguna vitamina".
Otra profesora añade: "Se les dio atención médica hasta el momento que también las madres estaban enfermas".
"A escondidas algunas nos dieron sus teléfonos sus cartas para enviarles a sus familiares", dice la maestra Mary.
Según la autoridad, todo inició con el reporte de parte de las religiosas coreanas al subdirector de Epidemiología de la Secretaría de Salud del Estado de México, el doctor Víctor Manuel Torres Meza.
El 5 de marzo sólo existían 40 casos. Los síntomas que presentaban las jovencitas que cursan distintos grados desde primaria, secundaria hasta preparatoria eran dolor de garganta, de cabeza, fiebre y dificultades al caminar con la denominada "Marcha de tijera".
Las niñas fueron enviadas a distintos hospitales en el Estado de México y el Distrito Federal donde les practicaron varias pruebas y se descartaron daños de tipo orgánico. También se hicieron estudios por parte de una brigada del internado que confirman que no hay contaminación de agua o de alimentos, pero el caso sigue abierto.
"A partir del próximo lunes nuestros expertos de salud mental, del Hospital Infantil de México, del Instituto Mexicano de Psiquiatría y del Hospital Navarro estarán haciendo una serie de baterías para encontrar el factor desencadenante de una situación que está provocando una manifestación física. Ya agotamos esta primera etapa que es el origen orgánico, con toda una serie de datos que nosotros tenemos documentados, tenemos la certeza de que no es una enfermedad transmisible", explica el doctor Víctor Manuel Torres, subdirector de Epidemiología de la Secretaría de Salud del Estado de México.
Médicos de la UNAM que atienden a varias de las menores afectadas adelantaron su diagnóstico; estrés colectivo, que suele presentarse en lugares cerrados.
"La forma coloquial de llamarlo es histeria. ¿cómo se caracteriza este tipo de trastornos? Por alteraciones físicas que no tienen una explicación médica, se presenta las más de las veces ante una situación de estrés importante, la persona deja de hablar enmudece, no puede mover alguna parte de su cuerpo o no puede caminar", dice por su parte el médico psiquiatra de la UNAM, Antonio Jaimez Albarrán.
La monja Margie Cheong, directora del internado, relató cómo en octubre pasado comenzó esta extraña enfermedad. Al principio las pocas niñas que presentaron síntomas fueron revisadas por los médicos y cómo en los exámenes no apareció nada, fueron enviadas a su casa.
Según la religiosa, a finales de febrero, las alumnas reportaron que los maestros las hostigaban y que en ese momento los profesores fueron despedidos. Sin embargo eso no detuvo la enfermedad y poco después, 200 niñas presentaron los síntomas.
La madre Cheong cuenta que pidió a la primera dama Margarita Zavala, ayuda del IMSS y que poco después un médico revisó a las alumnas y diagnosticó una probable epidemia de fiebre reumática. Luego de esto, la religiosa habló con un funcionario de la secretaría de Salud, para informarle la situación. Según la directora más de 40 médicos revisaron las instalaciones y no encontraron nada irregular, en ese momento la alarma aumentó y los padres comenzaron a llevarse a las niñas.
Margie Cheong aseguró que la conclusión es que no se trata de una infección viral, y que al parecer el padecimiento es de tipo psicológico.
Finalmente aseguró que el próximo 8 de abril abrirán las puertas de la villa de las niñas para que los familiares puedan visitar el lugar, ver a sus hijas y recibir una explicación profesional.

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